lunes, 5 de noviembre de 2012


ESOS LOCOS MAESTROS!!!

Esos son los locos que enseñan. Yo los conozco.
Los he visto muchas veces. Son raros.
Algunos salen temprano por la mañana para estar en la escuela una hora antes, otros salen de la primaria una hora más tarde, porque tienen miles de cosas que ordenar, revisar, limpiar, decorar y adornar en su salón...o porque algún niño se quedó esperando que vinieran por él, o porque se entrevista con padres de familia, etc,etc.

Otros recorren todos los días varios de Km de ida... y otros tantos de vuelta.

¡¡¡Están locos!!!

¿Quieren una prueba contundente de su locura? ¿Cómo es posible que muchos docentes se preocupen más por algunos niños y adolescente que no son hijos de su sangre que los PROPIOS PADRES?
Sólo por no mencionar que muchas veces
las maestras dejan en segundo plano a sus hijos por compromisos de trabajo. 

En verano no hay vacaciones, están en permanente actualización. Piensan en sus estudiantes, qué estrategias nuevas aplicar al inicio del año escolar.

¡¡¡Están locos!!!

En invierno hablan mucho, siempre llevan caramelos de menta y limón en los bolsillos, otros van con una botella de agua pero siguen impartiendo sus conocimientos con cariño e ilusión.

Yo los he visto, no están bien de la cabeza. Salen de visita de estudios con sus alumnos y se encargan de gestionar autorizaciones y del cuidado de ellos.

Su garganta siempre está dolorida, pero siguen enseñando. A veces fuerzan su voz, a su lado o con sus pastillas "Vick".
Qué será de ellos y ellas. Por la noche sueñan con el colegio, se les aparecen planetas, ecosistemas y personajes históricos. Esto es si no se quedan levantados hasta la madrugada calificando, preparando clases, haciendo listas o material educativo. Están mal, sacrifican sus sábados para hacer cursos de actualización o estudios de maestría o doctorado y no les importa perder tiempo de descanso o tiempo con su familia para renovarse.

Dicen que son autocríticos y que hacen balance de sus experiencias educativas, que se frustran cuando no salen las cosas como esperaban, que se alegran cuando sus alumnos avanzan. Y a pesar que tengan décadas de servicio, siempre encuentran nuevas formas de hacer las cosas. Se asombran cuando comparan un bimestre o trimestre escolar con otro y toman nota de lo bueno y lo malo, para el siguiente.
Como buenos TODÓLOGOS, hacen de todo, desde atar pasadores, hasta libros o limpiar una herida y poner una "curita". Ya ni hablar de las actividades diversas de la institución, organizan ferias, olimpiadas, concursos, campañas de salud, o el despliegue de creatividad en sus periódicos murales y manualidades.
Están mal de la cabeza, yo los he visto. Son capaces de no tomar una Licencia Médica o uno de sus días de permiso al año, sólo porque no hay quien atienda a sus estudiantes. Dicen sólo que son DOCENTES y que se sienten MUY ORGULLOSOS DE SERLO. Que si volvieran a nacer, volverían a ser maestros.

Conozco a uno muy especial, que justo en este momento está leyendo estas líneas... saludos.

Autor: Prof. Walter Portilla Málaga